Todas las semanas durante el curso escolar he ido al aula de
informática a ayudar al profesor a impartir su clase a los alumnos de Year 4
(Tercero de primaria). La última clase del año fue un poco diferente a las
demás. En principio, los alumnos tenían que acabar su trabajo pero como ya lo
habían terminado, comenzaron a realizar el trabajo que en teoría iban a
realizar el curso siguiente.
Debían tener completado el “Stage 1” (Primer Nivel), de
la página web: https://code.org/. Pero al haberlo
completado para ese mismo día de deberes voluntarios, comenzaron con el “Stage
2” (Segundo Nivel).
Al principio pensé que siendo la última clase, los niños
estarían con una mentalidad poco trabajadora, pensando ya en las vacaciones de
verano o en el festival de verano que tenían que hacer delante de los padres y
para el que llevaban meses ensayando. Sin embargo, la respuesta de los alumnos
fue totalmente distinta.
Empezaron a trabajar y a entusiasmarse puesto que era la
tarea más difícil que habían tenido que hacer en todo el año. Dado que esta era
una clase un tanto especial, lo importante era que los alumnos continuaran
aprendiendo aunque los resultados no fuesen cien por cien correctos. Me pareció
sorprendente que, como algunos no pudieron acabar todo el trabajo, muchos
alumnos dijeron que harían de deberes de verano todas las actividades que
estaban programadas para el curso siguiente.
En general, me sorprendí bastante ese día puesto que yo
pensaba que su actitud no sería esa y no tendrían tantas ganas de trabajar.
Además, al ayudarles en una tarea un poco más compleja también fue una hora más
entretenida para mí. En general espero que en los siguientes años, esté yo
ayudándoles o no, mantengan el interés y las ganas de trabajar.
Por Manuel Escartí Tarazón Y12