miércoles, 10 de mayo de 2017

Nuestra entrevista a Isabel pintando huevos de pascua

  El pasado 7 de abril visitamos la residencia para la 3ª edad Savia, situada muy cerca de nuestro colegio. Esta visita fue la quinta que hemos realizado este curso, y suelen durar alrededor de dos horas. Durante este tiempo solemos hacer actividades lúdicas con los residentes.




 Este día, mis compañeros y yo, propusimos hacer huevos de pascua con los residentes (pintarlos, vamos) La psicóloga y la TASOC de la residencia aceptaron, pues les pareció una idea genial.
Esto se nos ocurrió a partir de los comentarios del personal de la residencia, pues este tipo de actividades sirven para que ellos puedan coordinar la mente y sus manos, ya que no requiere mucho esfuerzo y estas actividades son necesarias para entrenar el cerebro de los residentes. Por supuesto, tuvimos en cuenta que Pascua estaba cerca.
    Es una tarea sencilla y también ayuda a poder sociabilizar cada pareja con el residente que tutora y crear un vínculo.





El alumnado también sale favorecido porque recibe consejos, lecciones e historias de personas que quieren expresar lo que piensan y lo que les ha  pasado en su larga vida.
    La actividad se llevó a cabo en la sala común o de juegos de los residentes, en la cual hay mesas y sillas en las que nos sentamos dos alumnos con un residente, con el objetivo de ayudarles en todo lo que necesitasen. El material utilizado en la actividad fue: corcho blanco para los huevos y témperas de diferentes colores para pintar el huevo, acompañado de agua para limpiar el pincel.
    Durante este tiempo entrevistamos a la residente que estamos tutorando desde el inicio, la cual fue nuestra pareja en la actividad, Isabel Megía López.
Es una señora viuda que lleva mucho tiempo en la residencia. Es de una familia humilde y le encanta narrarnos las historias que vivió con su marido y nos expresó un claro orgullo de pertenecer a su familia.



Nuestra primera pregunta fue:

“¿Qué piensa de los alumnos del Plantío que vienen a la residencia?” 

A lo que respondió alegremente:

  “Dais aire fresco a esta residencia y se hacen más pasajeras las actividades con vosotros”

La segunda pregunta fue:

“¿Cuáles son las ventajas de que los residentes hagan estas actividades con nosotros?” 

Y respondió:

 “Son muy importantes porque nos ayudan a ejercitar las manos y el cerebro lo que ayuda a prevenir enfermedades como el alzhéimer y la artrosis que a estas edades son muy comunes”
 
La última pregunta era:

 “¿Cree que es bueno que las residencias reciban colegios?” 

A lo que respondió:

 “Sin dudarlo, nos da juventud y, a mí personalmente, me hace recordar buenos momentos y pasar un buen rato”


Desde nuestro punto de vista, las visitas a la residencia son muy gratificantes ya que nos hacen crecer y madurar como seres humanos y nos ayuda a entender el mundo desde otra perspectiva, fuera del colegio, fuera de las clases, interactuando con la vida misma. Por esto creemos que las visitas a la residencia deberían seguir llevándose a cabo, y los alumnos de IB tomárselo en serio, ya que les servirá en un futuro ya no tan lejano.

Lluc y Miguel Y12

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